La brecha de género que sufren los países de América Latina y el Caribe tienen un impacto negativo en la productividad, la sostenibilidad y en la inserción al mercado laboral.
“No podemos pensar en democracia plena si no hay oportunidad de que las mujeres participen en todos los espacios que les corresponden con sus capacitaciones profesionales”, afirmó la ministra de la Mujer, Mayra Jiménez.
Durante su ponencia en la XIV Encuentro Empresarial Iberoamericano, celebrado en el puerto San Soucí, Santo Domingo, la funcionaria aseguró que la plena incorporación de las mujeres al mercado laboral, incrementaría unos US$28 billones al producto interno bruto (PIB) mundial.
Explicó que equilibrar la presencia de mujeres y hombres en puestos directivos y gerenciales garantiza experiencias vitales, creatividad y mayor proyección para resolver problemas. Esto permitirá una visión empresarial más paritaria que contribuya al éxito económico.
Jiménez reflexiona sobre la desigualdad de género en República Dominicana. “Lograr una igualdad de género es un motor transformador en las empresas e instituciones; esta acción conllevará nuevas inversiones orientadas a la generación de nuevos empleos sostenibles e inclusivos”, dijo.
Si bien las mujeres siguen conquistando espacios tanto a nivel público como privado, aún persiste la brecha y camino para alcanzar la inclusión y la igualdad. Solo el 20% de los altos cargos directivos a nivel mundial son liderados por mujeres, mientras que el 10.4% son científicas en la región de América Latina y el Caribe.
Jiménez destacó que faltan 132 años para lograr la paridad entre hombres y mujeres en el campo económico, y unos 151 años para cerrar la brecha política y su participación en la toma de decisiones socioeconómicas de las naciones.
Por otra parte, las sociedades están en permanente cambio, reflexiona Jiménez, al tiempo que agrega que es la razón suficiente para que el Estado, las empresas y la sociedad, adopten e implementen medidas con visión de igualdad y de derechos, que consoliden el desarrollo y la democracia.
“Las inversiones, la innovación y el desarrollo deben ser orientados hacia una mayor inclusión con garantías para la futura generación, siendo la igualdad un logro que agrega valor y aporta estándares de calidad y sostenibilidad de un país”, aseguró.
Digitalización
Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres, la exclusión de las mujeres del mundo digital recortó US$1 billón del producto interno bruto (PIB) de los países de ingresos bajos y medios en la última década, una pérdida que aumentará a US$1.5 billones en 2025 si no se toman medidas.
Ante esta situación, la ministra indica que la cuarta revolución industrial y las carreras de ciencias, matemáticas, ingeniería y tecnológicas permitiría soluciones más creativas y brindarían mayor potencial para innovaciones lideradas por féminas.
Jiménez puntualizó que incorporar de manera transformadora la perspectiva de género en la innovación, la tecnología y la educación digital ayudaría a que las mujeres potencialicen sus capacidades profesionales y el aumento de sus finanzas personales para tener una vida de calidad.