Estamos en la semana mayor, y al igual que todas las fechas significativas y de gran movilidad, las instituciones y voceros sociales se empeñan en grandes y abundantes anuncios y recomendaciones, llamando al comportamiento prudente de los ciudadanos, que al parecer hacen caso omiso, ya que luego vienen las estadísticas y las lamentaciones, de la conducta inadecuada de nuestros dominicanos.
Eso indica que realmente no estamos haciendo lo debido para cambiar esa situación, y seguimos montado en el mismo caballo. Debemos dar un giro y lo más rápido cuanto antes. Aquí no caben las justificaciones y la búsqueda de culpable, privilegio de los incapaces. Debemos comenzar a educar a nuestros ciudadanos, mientras usamos la correa para castigar sus acciones maledicentes y perversas.
El presupuesto de educación, no solo debe utilizarse en la educación formal de las escuelas, también debemos hacer programa de formación del ciudadano, de su comportamiento social con valores, cortesía, equilibrio, prudencia y justicia. Respeto a los espacios públicos y bondad antes sus semejantes.
El mal comportamiento social que tenemos, como son las violaciones a los derechos de los demás por el beneficio particular, el irrespeto a las reglas de los mas oportunistas avivatos y vulgares, contra los ciudadanos humildes y pacíficos debe ser sancionado por la misma sociedad y por las autoridades.
No es posible, que los violadores de todas las reglas, se hacen dueño de las calles, cometiendo delitos en el peor de los casos, mientras los demás nos cruzamos de brazos. También debemos exigir todos a viva voz, el respeto de nuestros derechos, siempre que estamos cumpliendo con nuestros deberes. Porque de seguir empeorando las cosas, nuestras calles y movilidad social, se convertirá en un infierno con un costo muy elevado que dañará nuestra paz social.
La educación es prevención, y debe ser constante, en la escuela, clubes, centro de trabajo y deporte, iglesia etc. porque necesitamos ir formando el ciudadano del conglomerado y la diversidad en un mundo que se mueve cada vez mas rápido, y solo será posible seguir avanzando, con un ciudadano consciente de sus deberes y derechos.